Los GPUs con interface normalizada, hoy PCI, son de relativamente fácil integración y proporcionan un rendimiento satisfactorio para la mayoria de las aplicaciones que requieren alto procesamiento matemático y gráfico.
Los GPUs con interface especializada, SXM por ejemplo, requieren de hardware de soporte especifico pero dan el máximo rendimiento posible al integrar varios GPUs por medio de una red de interconexión de alta velocidad que maximiza el rendimiento.